Con el avance de la tecnología y el conocimiento actual, la Ortodoncia u Ortopedia puede ser aplicada desde los 7 años de edad y cuando el paciente lo requiera, ya que se basa en la biología y movimiento dentario presentes en todos los individuos, siempre y cuando existan dientes en buenas condiciones, con raíces formadas y encías sanas.
Se recomienda un examen y evaluación a partir de los 4 años, momento oportuno para detectar los primeros signos de anormalidad y que pueden ser resueltos en sus etapas iniciales, mejorando el desarrollo maxilofacial del niño.
Si se observa que no es necesario un tratamiento temprano, el Dr. Villar recomienda un control cada 1 año en espera del cambio de dientes en forma correcta, en donde se les puede guiar hacia el sitio ideal.
La mayoría de los pacientes jóvenes comienzan su tratamiento alrededor de los 13 a 14 años de edad y este tiene una duración aproximada de 1,5 a 2 años, con brackets tradicionales o estéticos a mayor edad.
Es a partir de esta etapa en donde se debe corregir anomalías dentomaxilares que por su severidad podrían llegar a causar grandes deformidades en etapa adulta. Para esto, se utilizan aparatos ortopédicos funcionales de uso nocturno, los cuales logran cambios dentomaxilares sorprendentes.
Además, es la etapa de preparación de algunos pacientes que deberán ser tratados posteriormente con un equipo Ortodóncico-Quirúrgico.
No existen límites de edad para la utilización de brackets. En el pasado, la Ortodoncia estaba restringida sólo para niños o jóvenes. Sin embargo, el proceso básico para movilizar dientes es el mismo a cualquier edad y el tratamiento ortodóncico también es exitoso para adultos, con algunas consideraciones en el tipo y aplicación de fuerzas.
Muchos de los avances en Ortodoncia han sido enfocados para el tratamiento de personas adultas. Los brackets estéticos de cerámica, transparentes o de zafiro y los brackets linguales (ubicados especialmente por detrás de los dientes) son la solución ideal para no afectar la estética y el ámbito social.
Debido a que los huesos faciales de los adultos ya no están en proceso de crecimiento, algunas maloclusiones severas se deben corregir además de la Ortodoncia, con Cirugía Ortognática o MaxiloFacial complementaria.